La luz visible es mucho más compleja de lo que uno se puede imaginar.
Salir al aire libre y recibir la luz del sol, encender el interruptor en una pared dentro de la casa, encender la computadora, el celular o cualquier otro dispositivo digital, son actividades que dan como resultado que sus ojos estén expuestos a una variedad de rayos de luz visible (y a veces invisible) que pueden tener diferentes efectos.
La mayoría de las personas son conscientes de que la luz solar contiene rayos de luz visible y rayos ultravioleta invisibles que pueden broncear o quemar la piel.
¿Cuál es la luz azul?
La luz solar contiene rojo, naranja, amarillo, verde y azul, así como muchos tonos de cada uno de estos colores dependiendo de la energía y longitud de onda de los rayos individuales (llamada también radiación electromagnética). Combinados, este espectro de rayos de luz de colores crea lo que llamamos la «luz blanca» o la luz solar.
Los rayos de luz que tienen longitudes de onda relativamente largas contienen menos energía, y aquellos con longitudes de onda cortas tienen más energía.
Los rayos en el extremo rojo del espectro de luz visible tienen longitudes de onda más largas y, por lo tanto, menos energía. Los rayos en el extremo azul del espectro tienen longitudes de onda más cortas y más energía.
En el otro extremo del espectro de luz visible están los rayos de luz azul con las longitudes de onda más corta (y mayor energía), y se les denomina a veces luz azul-violeta o luz violeta. Este es el motivo por el cual los rayos electromagnéticos invisibles más allá del espectro de luz visible se llaman radiación ultravioleta (UV).
Los peligros y beneficios de la luz UV
Los rayos UV tienen mayor energía que los rayos de luz visible, lo que les hace capaces de producir cambios en la piel y crear un bronceado. De hecho, las lámparas en las cabinas de bronceado emiten una cantidad controlada de radiación UV específicamente por ese motivo.
Sin embargo, la exposición excesiva a los rayos UV provoca una quemadura dolorosa e inclusive puede derivar en cáncer de piel. Estos rayos también pueden causar quemaduras de sol en los ojos —una condición llamada fotoqueratitis o ceguera de la nieve. Pero la radiación ultravioleta, con moderación, también tiene efectos beneficiosos; como, por ejemplo, ayudar al cuerpo a fabricar cantidades adecuadas de vitamina D.
El ojo no bloquea bien la luz azul.
Las estructuras anteriores del ojo humano adulto (la córnea y el cristalino) son muy eficaces en el bloqueo de los rayos UV para que no lleguen a la retina, que es muy sensible a la luz y que se ubica en la parte posterior del globo ocular. De hecho, menos del 1 % de la radiación ultravioleta del sol alcanza la retina, incluso si no está usando gafas de sol. Tenga en cuenta que las gafas de sol que bloquean el 100 % de los rayos UV son esenciales para proteger partes del ojo de los daños que podrían conducir a tener cataratas, ceguera de la nieve, pinguécula, pterigión, e incluso cáncer.
Por otro lado, prácticamente toda la luz azul visible pasa a través de la córnea y el cristalino, y llega a la retina.
Exposición a la luz azul puede incrementar el riesgo de degeneración macular.
El hecho de que la luz azul penetra hasta la retina es importante porque los estudios de laboratorio han demostrado que la exposición excesiva a la luz azul daña las células sensibles a la luz en la retina. Esto provoca cambios que se asemejan a los de la degeneración macular, que puede derivar en la pérdida permanente de la visión.
Luz azul digital contribuye a la fatiga ocular.
Debido a que la luz azul de alta energía y corta longitud de onda se dispersa más fácilmente que otra luz visible, no es tan fácil enfocarla. Cuando se está viendo monitores y otros dispositivos digitales que emiten cantidades significativas de luz azul, este «ruido visual» desenfocado reduce el contraste, y puede contribuir a la fatiga ocular digital.
Filtros para la luz azul y lentes o gafas protectoras
Si usa el teléfono o computador constantemente, para escribir mensajes de texto, correo electrónico u otras, una manera conveniente para reducir la exposición a la luz azul es utilizar un filtro para la luz azul. Esto no hace que vea mejor, pero reduce la fatiga visual al usar excesivamente los elementos electrónicos.