GLAUCOMA
El glaucoma es un grupo de afecciones oculares que dañan el nervio óptico, cuya salud es vital para tener una buena vista. Este daño a menudo se produce por una presión en el ojo más alta de lo normal. Puede producirse a cualquier edad, pero es más común en adultos mayores.
Muchas formas de glaucoma no presentan signos de advertencia. El efecto es tan gradual que es posible que no notes un cambio en la vista hasta que la afección se encuentre en una etapa avanzada.
Dado que no se puede recuperar la pérdida de la vista debido al glaucoma, es importante realizarse exámenes oculares periódicos que incluyan mediciones de la presión ocular para poder realizar un diagnóstico en las etapas iniciales y tratarlo adecuadamente. Si se detecta el glaucoma en una etapa temprana, la pérdida de la vista se puede retardar o prevenir.
¿En que consiste la prueba?
Se trata de una prueba mínimamente invasiva e indolora, ya que no implica contacto con el ojo. Se basa en la emisión de una luz infrarroja que, cuando se refleja sobre las estructuras del segmento anterior, produce un “mapa” tridimensional de cortes transversales del tejido.
Se garantiza fotografías nítidas incluso en la periferia de la córnea e imágenes en profundidad de la cámara anterior.
¿Como se realiza?
La OCT anterior es una prueba muy rápida de realizar en consulta (alrededor de 5 minutos), que puede precisar o no dilatación pupilar, en función del caso y del equipo utilizado. Cuando sí se requiere aumentar el diámetro de la pupila, se utilizan gotas (colirios midriáticos) que hacen efecto en unos 15 minutos y cuyos síntomas de visión borrosa y deslumbramiento desaparecen pasadas unas horas.